lunes, 1 de septiembre de 2014

ÁREAS CORTICALES



Areas sensoriales de la corteza cerebral
Áreas sensoriales primarias
Las áreas sensoriales primarias son las regiones en las cuales se proyectan los impulsos relacionados con percepciones sensoriales específicas que provienen de todo el organismo, para ser integrados, analizados o procesados para dar una respuesta especifica de acuerdo al estimulo.
Algunas de las sensaciones más primitivas ingresan a la conciencia por el tálamo, mientras que las áreas sensoriales primarias están relacionadas con la integración de las experiencias sensoriales y con las cualidades discriminativas de la sensación, exceptuando el olfato. Como el resto del cerebro puede clasificarse según el tipo de sensación que registra, se encuentran las siguientes áreas:
La somatestésica, la cual corresponde a la circunvolución postcentral y su extensión medial en el lobulillo paracentral.
La visual o estriada, localizada a lo largo de los labios de la cisura calcarina. 
La auditiva que se encuentra en las dos circunvoluciones transversas. 
La gustativa la cual se encuentra en la parte más inferior de la circunvolución postcentral. 
La olfatoria primaria que esta formada por la corteza de las regiones piriforme y periamgidalina.
Áreas sensoriales secundarias
Las áreas sensoriales secundarias están adyacentes y son más pequeñas que las primarias.
Área somatestésica primaria (S I) (áreas 3, 1, 2)
El área somatestésica primaria es el área cortical responsable de la sensibilidad somática general, superficial y profunda. Se encuentra localizada en la circunvolución postcentral y en la parte posterior del lobulillo paracentral.
Está compuesta por tres bandas (3, 1, 2) las cuales se encuentran en la pared posterior de la cisura central. Ésta ha sido dividida en: 3a en las profundidades de la cisura central y 3b en la pared posterior de la cisura. Las áreas 1 y 2, forman respectivamente la cima y la pared posterior de la circunvolución postcentral.
El área 3 1 2 recibe proyecciones talámicas de los núcleos ventrales posteriores, los cuales transmiten impulsos desde el lemnisco medial, haces espinotalámicos y las vías trigeminotalámicas ascendentes.
En el complejo ventrobasal del tálamo, la región central recibe impulsos cutáneos mientras que la periferia recibe los impulsos de los receptores del resto de los tejidos.
Todas las proyecciones talamocorticales désde el complejo ventrobasal hasta la corteza somatestésica primaria están organizadas de manera somatotópica.
La región central se proyecta hacia el área 3b, la cual lleva los impulsos cutáneos; mientras que el área cortical 3a en la profundidad de la cisura central recibe los impulsos aferentes de los husos musculares.
Las células del núcleo ventral posterolateral se proyectan hacia las áreas 3, 1 y 2, así como hacia el área somática secundaria.
Estas dos proyecciones corticales están organizadas de manera topográficas. El área somatestésica primaria (S I) y el área somática sensorial II (SS II) están conectadas en forma recíproca y topográfica entre si en el mismo hemisferio.
Las regiones del cuerpo presentan una representación somatotópica en partes específicas de la circunvolución postcentral, con un patrón correspondiente al del área motora de tal manera que el área de la cara se encuentra en la parte más inferior mientras que por encima de ésta se encuentran las áreas de la mano, brazo, tronco, pierna y pie; la extremidad inferior está representada en el lobulillo paracentral; Las áreas corticales que representan las regiones de la mano, cara y boca son desproporcionadamente grandes. El área cortical relacionada con las sensaciones de la cara ocupa casi toda la mitad inferior de la circunvolución postcentral; la parte superior de la cara está representada arriba, mientras que los labios y la boca están representadas abajo. La lengua y la región faríngea se localizan en áreas más ventrales. Esta representación se ha denominado Homúnculo sensitivo.
Entre el surco central y el postcentral se encuentra el giro postcentral, el cual corresponde al área sensitiva primaria.
Una lesión en esta área (3, 1, 2) produce perdida de la sensibilidad somática contralateral del cuerpo.
Área somatosensorial II (SS II)
Se encuentra a lo largo del borde superior de la cisura lateral y se extiende en dirección posterior en el lóbulo parietal; recibe aferencias de los núcleos talámicos ventrales posteriores, la corteza somatestética primaria ipsilateral y contralateral (S I).
En esta área no se presenta un mapa topográfico como en la primaria. Sin embargo la mayor parte de las neuronas del SS II responden a estímulos cutáneos de manera similar a S I. Las conexiones corticales eferentes de SS II se realizan hacia el área somatestésica primaria, el área motora primaria del mismo hemisferio.
Área visual primaria (área 17)
El área visual primaria se localiza en las paredes y el piso de la cisura calcarina.
El haz geniculocalcarino termina en esta corteza, estas fibras antes de llegar a ésta área pasan por el estrato sagital externo (pared externa del ventrículo lateral), provenientes del núcleo dorsal del cuerpo geniculado externo.
Igual a como ocurre en el cuerpo geniculado externo, las diferentes porciones de la retina se organizan de una manera especifica en el área cortical visual. De esta manera se tiene que las señales provenientes de la macula terminan en el tercio caudal de la cisura calcarina, mientras que la retina nasal y temporal la hacen en los dos tercios anteriores de ésta misma. Es de anotar que la macula de cada ojo solo tiene representación cortical en un solo hemisferio.
La destrucción unilateral completa de la corteza visual produce una hemianopsia homónima colateral en la cual, existe ceguera en el campo nasal y temporal contralateral.
La hemianopsia homónima contralateral puede presentarse como consecuencia de lesiones que comprometan todas las fibras de la cintilla óptica o de la radiación óptica, pero las lesiones a éste nivel tienden a ser incompletas y los defectos visuales son raramente idénticas en ambos ojos.
Áreas visuales secundarias (área 18 y 19)
Existe una segunda área visual que rodea al área visual primaria; sobre la superficie medial y lateral del hemisferio, ésta área recibe proyecciones del área primaria y de otras áreas corticales para la integración y relación de la información recibida con experiencias visuales previas, para reconocer aspectos previamente aprendidos.
En estas áreas también se encuentra una representación retinotópica al igual que en el área primaria.
Aunque los hemisferios carecen de gran numero de conexiones directas entre si, algunas fibras comisurales interconectan la región ubicada en el limite de las áreas 17 y 18, conformando así un meridiano vertical del campo visual, lo cual es indispensable para tener un campo visual uniforme a lo largo de la línea media vertical.
Campos oculares corticales
Campo ocular frontal:
Rostral al área premotora se encuentra el área responsable de los movimientos oculares voluntarios. Corresponde a la circunvolución frontal media (área 8). Una estimulación de este campo dará como resultado un movimiento conjugado de los ojos y además la coordinación de éstos para el mantenimiento preciso de la mirada, pero estos son independientes de los estímulos visuales.
En el giro frontal medio se encuentra el área conocida como el campo frontal de los ojos, importante para el movimiento conjugado de ellos
Campo ocular occipital:
En comparación con el campo frontal éste no se encuentra conferido a un sitio específico. A diferencia del campo frontal, el movimiento coordinado por el campo occipital es dependiente de estímulos visuales, los cuales son dados de manera involuntaria.
Área auditiva primaria (áreas 41 y 42)
El área auditiva primaria se encuentra en las dos circunvoluciones transversas de Heschl, en la cara dorsomedial de la circunvolución temporal superior, y ocultas en el piso de la cisura lateral.
La parte media de esta circunvolución constituyen las principales áreas receptoras auditivas (área 41), mientras que el resto de ésta y las porciones adyacentes de la circunvolución temporal superior componen el área 42, que es área de asociación auditiva.
El área auditiva recibe fibras geniculotemporales (radiación auditiva) del cuerpo geniculado interno; esta radiación se origina en la parte laminar ventral del cuerpo geniculado interno y se proyecta a la corteza auditiva primaria (área 41) en la cual existe una representación espacial de las frecuencias tonales.
La radiación auditiva alcanza su proyección cortical a través de la cápsula interna.
El cuerpo geniculado interno tiene además otras dos divisiones que reciben impulsos auditivos, las cuales se denominan dorsal y medial, y se proyectan ipsilateralmente a través de la radiación auditiva a las áreas que forman un cinturón cortical alrededor del área auditiva primaria (proyección del cinturón).
La organización funcional de la corteza auditiva tiene similitud con la corteza visual y somatestética en que las células de una misma columna celular comparten iguales propiedades funcionales.
Cada cóclea está representada en forma bilateral en la corteza auditiva. Los efectos corticales de la estimulación sonora de cada oído por separado son casi iguales. Cuando el sonido se presenta de un lado la respuesta cortical es mayor del lado contralateral al estimulo. Si el sonido se presenta en un plano medio la actividad cortical de ambos hemisferios es igual.
Como la audición está representada de manera bilateral en un nivel cortical, las lesiones unilaterales de la corteza auditiva ocasionan solo una sordera parcial. Las lesiones localizadas en el área 22 de Brodmann del hemisferio dominante producen sordera verbal o afasia sensorial. Aunque la audición está intacta en estas lesiones, los pacientes no pueden interpretar el significado de los sonidos.
Área gustativa (área 43)
El área de la sensibilidad gustativa se localiza en el opérculo parietal y en la corteza parainsular. Esta representación gustativa es paralela al área somatestésica de la lengua, pero está separada del área no gustativa de la língula.
Las lesiones localizadas en el opérculo parietal ocasionan la pérdida de la sensibilidad gustativa.
Áreas corticales motoras
En todas las regiones de la corteza cerebral se originan fibras corticófugas, éstas conducen impulsos relacionados con la función motora, la modificación del tono muscular y la actividad refleja, la modulación de las señales sensoriales y las alteraciones de la conciencia.
Las fibras corticófugas, que se originan principalmente en las capas corticales profundas, se proyectan a niveles espinales, varios núcleos del tronco del encéfalo en todos los niveles, tálamo y todas las partes del neoestriado.
En la corteza cerebral se identifican tres áreas motoras principales:
  1. El área motora primaria (precentral.)
  2. El área premotora.
  3. El área motora suplementaria.
El área motora primaria se relaciona con la actividad motora voluntaria. La segunda (premotora), anterior a la primaria, se relaciona con la función motora voluntaria dependiente de impulsos sensoriales. La tercera (motora suplementaria), en la cara medial del lóbulo frontal, participa en la programación y el planeamiento de las actividades motoras y, tal vez, en su iniciación.
Área motora primaria (MI) (ÁREA 4)
El área motora primaria se localiza a nivel de la circunvolución precentral.
Ésta área es amplia en el borde superior del hemisferio, pero cerca de la circunvolución frontal inferior se limita prácticamente a la pared anterior de la cisura central.
Esta área en general recibe impulsos del área somatestésica primaria, del área motora suplementaria y del área 1, 2 y 5, pero no del área 3.
El haz corticoespinal encargado de la transmisión de los impulsos de los movimientos voluntarios hacia las neuronas motoras inferiores se originan en esta área, con algunas fibras de las áreas 6 y la corteza parietal. Estas fibras provienen de células que utilizan glutamato o aspartato como neurotransmisor excitador.
La estimulación del área motora primaria genera movimientos aislados en el hemicuerpo contralateral.
A pesar que el haz corticoespinal no presenta una distribución somatotópica, como si lo hace la corteza motora, los centros específicos para los movimientos tienen cierta variación individual, pero se puede decir que la representación motora de todo el cuerpo es más o menos constante.
Esta distribución clásicamente se ha conocido como homúnculo motor, y de éste se puede destacar que boca, lengua y mano son los que presentan una mayor representación cortical, mientras la espalda y el pie la tienen en menor proporción.
Las lesiones de la corteza motora producen en la fase inicial (fase de shock) una parálisis flácida contralateral, hipotonía y arreflexia, después reaparecen los reflejos miotáticos junto con las respuestas de retirada ante estímulos nocicetivos, parálisis espástica, hiperreflexia osteotendinosa y atrofia por desuso.
La pérdida final de la movilidad es siempre mayor en los grupos musculares dístales, pero la recuperación motora en el miembro afectado suele ser más completa que la asociada con las lesiones casi totales del área motora.
La diferencia entre ésta área y las otras relacionadas con el movimiento; es que el movimiento producido en ésta se da a un bajo umbral. Por lo cual la estimulación de las áreas relacionadas con este giro precentral produce el movimiento de un solo músculo o grupo de ellos en la parte contralateral del cuerpo.
Por esto mismo las lesiones del área relacionadas con el giro precentral producirán una parálisis espástica contralateral. Estas lesiones estarán a su vez relacionadas a las actividades motoras finas.
Área premotora (ÁREA 6)
Se encuentra en la convexidad lateral del hemisferio; es también conocida como el área motora suplementaria. Tiene como función específica realizar movimientos orientados en forma sensorial; es decir, estos se activan en respuesta a estímulos visuales, auditivos y somatosensoriales relacionadas con la función motora voluntaria; se diferencia de M I por que tiene un umbral de excitación más alto.
El daño unilateral del área seis, que no compromete el área primaria ni suplementaria, no produce paresia, ni alteración funcional aparente.
Área motora suplementaria (M II)
El área motora suplementaria se encuentra a nivel de la circunvolución frontal superior, anterior al área cuatro.
Las neuronas de M II relacionadas con los movimientos son de tres tipos:
  1. Células relacionadas con los movimientos proximales.
  2. Células relacionadas con los movimientos dístales.
  3. Células activas durante todo el desempeño motor.
La mayor parte de las neuronas de esta área se activan sin importar a que lado del cuerpo se presente el movimiento.
Se ha considerado que M II interviene en mecanismos que ejercen influencia sobre el tono muscular y modifican la postura, la respuesta refleja automática de prensión, la coordinación bimanual y el movimiento voluntario. Además intervienen en la programación de secuencias motoras complejas adquiridas.
Las lesiones unilaterales del área suplementaria motora producen perdida temporal en función del mantenimiento de la postura y la capacidad para realizar el movimiento, mientras que si dicha lesión se presenta en el área primaria su disfunción será permanente.
Asociación motora
Los impulsos que se originan en las áreas motoras se encargan no sólo del movimiento si no además del control del tono muscular y del mantenimiento de la postura.
El impulso de la actividades que se originan en estas áreas, sean voluntarias e involuntarias, es regulado por el cerebelo por medio de sus conexiones a través del tálamo, el cual funciona como una unidad integradora a la cual llegan estímulos de otras estructuras nerviosas (receptores propioceptivos) para así ser llevados a las diferentes áreas motoras según sea requerido, manteniendo así una armonía en el sistema.






No hay comentarios:

Publicar un comentario